domingo, 25 de octubre de 2009

Airbag

Aquella cápsula de aire que aseguran puede salvar vidas estuvo ausente la vez en que tuve mi primer accidente de tránsito, no supimos con exactitud que pasó con el airbag del carro, pero imaginanos que el impacto que recibimos no fue lo suficientemente fuerte como para activar el airbag, aunque la puerta afectada quedó destrozada.

Esto fue en un día normal, de hecho el día se acababa cuando pasó. Eran las 8 de la tarde (horario de verano) cuando después de haber salido de nuestros sitios de ocupación nos dirigiamos a casa, estabamos a punto de llegar cuando mi mamá recuerda espontáneamente que no teniamos pan, entonces cambiamos de ruta hacía la panaderia y al pasar sin tomar en cuenta un triángulo de ceda el paso, un carro que venía sobrepasando la velocidad limite de esa calle, nos chocó en la puerta del lateral derecho, ¡fue muy inesperado! mi padrastro y yo no habiamos vistó el carro venir, pero mi mamá si lo vió desde lejos hasta llegar a su puerta, ¡el grito que soltó fue horrible! aún no me explico como siendo ella la que estaba en el sitio principal del choque no sufrio ningun golpe o daño. Yo no llevaba el cinturón de seguridad y me golpeé la mano (no sé como) y mi padrastro se golpeó fuertemente la cabeza (se lo merecía). Después de saber que estabamos bien nos bajamos del carro y lo primero que oimos fue: ¡usted tuvo la culpa! de parte del conductor del carro agresor (por decirlo de alguna manera JaJaJa) mi padrastro se enojó y se acercó al él y comenzaron a discutir por horas, había mucha gente a nuestro alrededor y no paraban de preguntar si estabamos bien. Pasó mucho tiempo hasta que quedaron de acuerdo con lo que había pasado, para mi fue un poco vergonzoso enterarme que quien nos había chocado era una persona ecuatoriana, hasta llevaba una camiseta de la selección de fútbol ecuatoriana. Su carro quedó inservible, el nuestro casi sin puerta pero andaba. Regresamos a casa con una cara como ésta (º_º)
¡Ah! y sin pan...

El carro de sutitución que tuvimos durante 2 semanas después del suceso era un auténtico asco, las puertas traseras tenian un sistema de seguridad que no se podia desactivar, es decir, una vez que entrabas ya no salias, la unica e incomoda solución que hallé fue bajar todo el cristal, sacar el brazo y abrir la maldita puerta desde afuera.

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